En este video conoceremos la interesante historia sobre Set que se encuentra en el documento nombrado: El segundo libro de Adán y Eva. En él se relata el momento donde satanás se disfraza como un ángel de luz e intenta engañar al pequeño Set, entre sus engaños, satanás le dice a Set que lo llevará a un mundo donde no hay Elohym, sino que "todos son elohym". A simple vista pareciera una historia para niños, pero en ella se encuentran grandes enseñanzas ocultas entre líneas.
Texto:
Capítulo 5
Satanás pinta un cuadro brillante para que Set lo considere.
Satanás intenta engañar a Set disfrazándose como ángel de luz
Acerca de Set, cuando él tenía siete años, él reconocía el bien y el mal, y era consistente ayunando y orando, y pasó todas sus noches rogándole a Yehovah por misericordia y perdón.
Él también ayunó cuando traía su ofrenda cada día, más que lo que hizo su padre, porque él era de una mirada linda, parecido a un enviado de Yehovah. Él también tenía un buen corazón, preservaba las cualidades mejores de si mismo, y por esta razón él traía su ofrenda cada día.
Y Yehovah estaba agradado con su ofrenda, pero Él estaba también agradado con su pureza. Y él continuaba así haciendo la voluntad de Yehovah, y de su padre y madre, hasta que él tenía siete años.
Después de eso, mientras él bajaba desde el altar, cuando había terminado su ofrenda, Satanás se le apareció a él, en la forma de un enviado hermoso, brillante con luz, con una vara de luz en su mano, habiéndose ceñido con un cinto de luz.
Él le saludó a Set con una sonrisa hermosa, y comenzó a engañarle con palabras bonitas, diciéndole a él,
“Oh Set, ¿Porqué te quedas en esta montaña? Porque es difícil, lleno de rocas y de arena, y de árboles sin ninguna buena fruta, una desolación sin casas y sin pueblos, ningún buen lugar para habitar. Y todo es calor, cansancio, y problemas.”
Él dijo, además,
“Pero nosotros habitamos en lugares hermosos, en otro mundo que esta tierra. Nuestro mundo es uno de luz y nuestra condición es de lo mejor; nuestras mujeres son más deseables que cualquiera de las otras, y yo deseo que tú, Oh Set, te tomes para ti una de ellas, porque yo veo que tú eres lindo para la vista, y en esta tierra no existe ni una mujer suficientemente buena para ti. Además, todos los que viven en este mundo son solamente cinco almas.
Pero en nuestro mundo, existe muchísimos hombres y muchas muchachas, cada uno más linda que la otra. Yo desearía, por eso, quitarte de aquí, para que tú puedas ver mis familiares y ser casado con la cual te guste.
Tú entonces habitarás al lado mío y estarás en paz; tú serás llenado con esplendor y luz, como nosotros estamos.
Tú te quedarás en nuestro mundo, y descansarás de este mundo y su miseria, tú nunca más te sentirás debilitado y cansado, tú nunca mas traerás una ofrenda, ni peticionar misericordia, porque tú no cometerás más pecados ni serás desviado por pasiones.
Y si tú me hicieses caso a lo que yo te digo, tú tomarás para ti una de mis hijas, porque con nosotros no es pecado hacer eso, ni se considera lujuria de animal.
Porque en nuestro mundo nosotros no tenemos ningún ’Elohíym, sino que nosotros todos somos ’elohíym; Nosotros todos somos de la luz, celestiales, poderosos, fuertes, y honorables.”
Cuando Set oyó estas palabras él estaba asombrado, e inclinó su corazón a los dichos traicioneros de Satanás, y le dijo a él,
“¿Dijiste que hay otro mundo creado además de este, y otras criaturas más hermosas que las criaturas que están en este mundo?”
Y Satanás dijo,
“Sí; mira, tú me has oído; pero yo aún les honraré a ellos y sus caminos en tu audiencia.”
Pero Set le dijo a él,
“Tus palabras me han asombrado, y tu descripción bonita de todo eso.”
Pero yo no puedo ir contigo hoy día, no hasta que yo me haya ido a mi padre Adán y a mi madre Eva, y haya contado a ellos todo lo que tú me has dicho a mí. Entonces si ellos me dan permiso de ir contigo, yo iría.
Otra vez Set dijo.
“Yo tengo miedo de hacer cualquier cosa sin el permiso de mi padre y madre, por si yo pereciera como mi hermano Caín, y como mi padre Adán, quien trasgredió el mandamiento de Yehova). Pero, mira, tú conoces este lugar; ven, y encuéntrame aquí mañana.
Cuando Satanás oyó esto, él le dijo a Set,
“Si tú le cuentas a tu padre Adán lo que yo te he contado, él no te permitirá venir conmigo.
Pero hazme caso; no le cuentes a tu padre y madre lo que yo te he dicho, sino ven conmigo hoy día, a nuestro mundo, donde tú verás cosas hermosas y te divertirás ahí, y juega este día entre mis niños, mirándoles y llenándote de alegría, y regocíjate para siempre. Entonces yo te traeré a ti devuelta a este lugar mañana; pero si tú prefirieses vivir conmigo, así sería.
Entonces Set contestó.
“El espíritu de mi padre y de mi madre, depende de mí; y si yo me escondiese de ellos un solo día, ellos se morirán, y ’Elohíym me sostendrá culpable de pecar en contra de ellos.
Y excepto que ellos saben que yo he venido a este lugar para traer a ello mi ofrenda, ellos no se separarían de mí por una sola hora; ni debería yo ir a cualquier otro lugar, a menos que ellos me dejen. Pero ellos me tratan a mí lo más amablemente, porque yo regreso devuelta a ellos rápidamente.”
Entonces Satanás le dijo a él.
“¿Qué te sucedería a ti si tú te escondieras de ellos una noche, y regresarías a ellos al amanecer?”
Pero Set), cuando él vio cómo él seguía hablando, y que él no le quería dejar, corrió, y subió al altar, y extendió sus manos hacia Yehovah, y buscó liberación de Él.
Entonces Yehovah envió Su Palabra, y maldijo a Satanás, quien huyó de Él.
Pero acerca de Set, él había subido al altar, diciéndose así en su corazón.
“El altar es el lugar de ofrenda, y Yehovah está ahí; un fuego supernatural lo consumirá, así Satanás será incapaz de herirme, y no me llevará para allá.
Entonces Set bajó del altar y se fue a su padre y madre, quienes él encontró en el camino, anhelando oír su voz, porque él había tardado un rato.
Él entonces comenzó a contarles lo que le había acontecido por Satanás, bajo la forma de un enviado.
Pero cuando Adán oyó su historia, él besó su cara, y le advirtió en contra de ese enviado, diciéndole que fue Satanás quien apareció así a él. Entonces Adán tomó a Set, y ellos se fueron a la Cueva de Tesoros, y se regocijaron ahí dentro.
Pero desde ese día en adelante Adán) y Eva nunca se separaban de él, a cualquier lugar que él fuese, ni por su ofrenda o por algún otro motivo.
Esta señal le sucedió a Set, cuando él tenía nueve años de edad.
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