En este video exponemos la fantástica historia sobre el nacimiento de Noé hijo de Lamec, esto lo podemos encontrar en el Libro de Enoc, se relata que al nacer su padre Lamec creía que era un hijo de los ángeles debido a su naturaleza esplendorosa y su piel fuera de lo normal en la humanidad de aquella época antediluviana. Entonces Matusalén padre de Lamec, fue hacia Enoc su padre para conocer la verdad sobre el pequeño Noé.
Noé es un nombre de origen hebreo, deriva del término hebreo “Noah” ( נֹחַ) , su significado es "Descanso, paz, comodidad, o el que es consolado".
Texto:
Fragmento del Libro de Noé
Capítulo 106
Pasado un tiempo tomé yo, Enoc, una mujer para Matusalén mi hijo y ella le parió un hijo a quien puso por nombre Lamec diciendo: "Ciertamente ha sido humillada la justicia hasta este día". Cuando llegó a la madurez tomó Matusalén para él una mujer y ella quedó embarazada de él y le dio a luz un hijo.
Cuando el niño nació su carne era más blanca que la nieve, mas roja que la rosa, su pelo era blanco como la lana pura, espeso y brillante. Cuando abrió los ojos iluminó toda la casa como el sol y toda la casa estuvo resplandeciente.
Entonces el niño se levantó de las manos de la partera, abrió la boca y le habló al Señor de justicia.
El temor se apoderó de su padre Lamec y huyó, y fue hasta donde su padre Matusalén.
Le dijo: "He puesto en el mundo un hijo diferente, no es como los hombres sino que parece un hijo de los ángeles del cielo, su naturaleza es diferente, no es como nosotros; sus ojos son como los rayos del sol y su rostro es esplendoroso.
"Me parece que no fue engendrado por mí sino por los ángeles y temo que se realice un prodigio durante su vida.
"Ahora, padre mío, te suplico y te imploro que vayas a lado de Enoc nuestro padre y conozcas con él la verdad, ya que su residencia está con los ángeles".
Así pues cuando Matusalén hubo oído las palabras de su hijo, vino hacia mí en los confines de la tierra, porque se había enterado que yo estaba allí; gritó, y oí su voz; fui a él y le dije: "eme aquí, hijo mío, ¿por qué has venido hacia mí?".
Me dijo: "He venido hacia ti debido a una gran inquietud y a causa de una visión a la que me he acercado.
Ahora escúchame padre mío, le ha nacido un hijo a mi hijo Lamec, que no se parece a él, su naturaleza no es como la naturaleza humana, su color es más blanco que la nieve, y más rojo que la rosa, los cabellos de su cabeza son más blancos que la lana blanca, sus ojos son como los rayos del sol y al abrirse han iluminado toda la casa.
"Se ha levantado de las manos de la partera , ha abierto la boca y ha bendecido al Señor del cielo.
"Su padre Lamec, ha sido presa del temor y ha huido hacia mí, no cree que sea suyo sino de los ángeles del cielo y heme aquí que he venido hacia ti para que me des a conocer la verdad".
Entonces yo Enoc, le respondí diciendo: "Ciertamente restaurará el Señor su ley sobre la tierra, según vi y te conté, hijo mío. En los días de Yared, mi padre, transgredieron la palabra del Señor.
"He aquí que pecaron, transgredieron la ley del Señor, la cambiaron para ir con mujeres y pecar con ellas; desposaron a algunas de ellas, que dieron a luz criaturas no semejantes a los espíritus, sino carnales.
"Habrá por eso gran cólera y diluvio sobre la tierra y se hará gran destrucción durante un año.
"Pero ese niño que os ha nacido y sus tres hijos, serán salvados cuando mueran los que hay sobre la tierra.
"Entonces descansará la tierra y será purificada de la gran corrupción. "Ahora di a Lamec: 'él es tu hijo en verdad y sin mentiras, es tuyo este niño que ha nacido'; que le llame Noé porque será vuestro descanso cuando descanséis en él, y será vuestra salvación, porque serán salvados él y sus hijos de la corrupción de la tierra, causada por todos los pecadores y por los impíos de la tierra, que habrá en sus días.
"A continuación habrá una injusticia aun mayor que esta que se habrá consumado en sus días. Pues yo conozco los misterios del Señor, que los santos me han contado y me han revelado y que leí en las tablas del cielo.
"Yo vi escrito en ellas que generación tras generación obrará el mal de este modo, y habrá maldad hasta que se levanten generaciones de justicia, la impiedad y la maldad terminen y la violencia desaparezca de la tierra y hasta que el bien venga a la tierra sobre ellos.
"Ahora, ve a Lamec, tú hijo, y dile que este niño es, de verdad y sin mentiras, su hijo".
Y cuando Matusalén hubo escuchado la palabra de su padre: Enoc, que le había revelado todas las cosas secretas, él regresó y la hizo conocer, y le dio a este niño el nombre de: Noé, pues él debía consolar la tierra, de toda la destrucción.
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