Continuamos con el Evangelio de los Esenios libro 2, donde leemos que era por el cauce de la corriente que los agobiados y afligidos venían a buscar a Jesús. Y como niños, habían olvidado la Ley y como los hijos buscaban a su Padre para que les dijera en donde habían errado y colocar sus pasos nuevamente en el camino. Y cuando el sol apareció en el horizonte, vieron a Jesús que descendía hacia ellos desde la montaña, Y todos los hombres se reunieron alrededor de Jesús y sus rostros brillaban con el deseo de oír las palabras que venían de sus labios. Y El levantó su rostro hacia el sol naciente y el esplendor de sus rayos llenaron sus ojos cuando habló:
Texto:
Y era por el cauce de la corriente que los agobiados y afligidos venían a buscar a Jesús. Y como niños, habían olvidado la Ley y como los hijos buscaban a su Padre para que les dijera en donde habían errado y colocar sus pasos nuevamente en el camino. Y cuando el sol apareció en el horizonte, vieron a Jesús que descendía hacia ellos desde la montaña, con el brillo del sol naciente sobre su cabeza. Y El levantó su mano y les sonrió diciendo: "
La paz sea con vosotros".
Pero ellos estaban avergonzados como para contestarle el saludo, pues cada uno a su manera le había dado la espalda a las Sagradas Enseñanzas y los ángeles de la Madre Terrena y del Padre Celestial no estaban con ellos. Un hombre –mirándolo apenado, le dijo: Maestro, estamos urgidos de tu Sabiduría; pues nosotros sabemos que es lo bueno y aún seguimos en el mal. Sabemos que para poder entrar en el reino de los cielos debemos caminar con los ángeles del Día y de la Noche y todavía nuestros pies transitan por los caminos de lo maligno. La luz del día brilla únicamente en la búsqueda de nuestro placer y la noche cae sobre nuestro inconsciente letargo. Dinos, Maestro, ¿cómo podemos hablar con los ángeles y permanecer dentro de su círculo santo, para que la Ley pueda arder en nuestros corazones con llama constante?
Y Jesús les habló:
No es fácil elevar vuestros ojos al cielo cuando todos los ojos de los hombres están pegados a la tierra. Adorar a los pies de los ángeles –cuando todos los hombres adoran únicamente la fama y las riquezas, no es fácil. Pero lo más difícil de todo es tener los pensamientos en los ángeles, hablar las palabras de los ángeles y hacer lo que los ángeles hacen.
Y un hombre dijo:
Pero Maestro, nosotros somos solo hombres, nosotros no somos ángeles. ¿Cómo entonces podemos esperar andar por sus caminos? Dinos que debemos hacer.
Y Jesús les dijo:
Como los hijos heredan la tierra de su padre, así nosotros hemos heredado una Tierra Santa de nuestros padres. Esta tierra no es un campo para ser arado, sino un lugar dentro de nosotros donde podemos construir un Templo Santo, e incluso como un templo debe ser levantado piedra a piedra; con voluntad Yo doy a vosotros estas piedras para la construcción del Templo Santo, aquel que hemos heredado de nuestros padres y sus padres de sus padres.
Y todos los hombres se reunieron alrededor de Jesús y sus rostros brillaban con el deseo de oír las palabras que venían de sus labios. Y El levantó su rostro hacia el sol naciente y el esplendor de sus rayos llenaron sus ojos cuando habló:
El Templo Santo puede ser construido únicamente con las comuniones antiguas, aquellas que se hablan, aquellas que se piensan y aquellas que se viven; pues si ellas se hablan únicamente con la boca, son como una colmena que las abejas han abandonado y no da más miel. Las comuniones son como un puente, puede ser construido únicamente con paciencia, así como se construye un puente sobre el río, piedra por piedra a medida que se encuentran por las orillas del agua. Las comuniones son catorce en número, los ángeles del Padre Celestial son siete en número y los ángeles de la Madre Tierra son siete en número. Y como las raíces de los árboles cavan en la tierra y son nutridos, y las ramas de los árboles levantan sus brazos al cielo, así es el hombre, como el tronco del árbol con sus raíces profundas en el corazón de la Madre Terrenal y su espíritu ascendiendo a las estrellas brillantes de su Padre Celestial. Y las raíces del árbol son los ángeles de la Madre Terrenal y los brazos del árbol son los ángeles del Padre Celestial y este es el Sagrado Árbol de la Vida que crece en el Mar de la Eternidad.
La PRIMERA COMUNION es con el Ángel del Sol, el que viene cada mañana, como una doncella de su alcoba, para derramar su Luz dorada sobre el mundo.
OH tú, inmortal, brillante, corcel veloz, Ángel del Sol. No hay calor sin ti, no hay vida sin ti. El verde de los árboles sale para adorarte y es a través de ti como el diminuto grano de trigo se convierte en un río de espigas doradas mecidas con el viento. A través de ti se abre la flor en el centro de mi cuerpo. Por eso nunca deseo ocultar lo que hay en mi, procedente de ti. Ángel del Sol, mensajero santo de la Madre Terrenal, entra en el Templo Santo dentro de mí y dadme el Fuego de Vida.
La SEGUNDA COMUNION es con el Ángel del Agua.
El que hace que la lluvia caiga sobre las llanuras áridas, quien llena la fuente seca hasta desbordar. Si, te adoramos Agua de Vida. Desde el Mar Celestial las aguas corren y fluyen de las fuentes inagotables. En mi sangre fluyen mil fuentes puras, vapores, nubes y todas las aguas que se esparcen sobre los Siete Reinos. Todas las aguas que el Creador ha hecho son santas. La voz del Señor está sobre las aguas, el Dios de Gloria se hace sentir; el Señor está sobre muchas aguas. Ángel del Agua, mensajero santo de la Madre terrenal, entra en la sangre que fluye a través de mí, baña mi cuerpo con la lluvia que cae del cielo y dadme el Agua de Vida.
La TERCERA COMUNION es con el Ángel del Aire, quien esparce el perfume de campos de dulces aromas, de hierbas primaverales después de la lluvia, del capullo que se abre de la Rosa de Sharon. Adoramos el Alimento Santo que está colocado más alto que todas las cosas creadas. Mirad pues, el eterno y soberano espacio luminoso donde reinan las incontables estrellas, es el aire que nosotros respiramos y es el aire que nosotros exhalamos.
Y en el instante entre la aspiración y la exhalación están ocultos todos los misterios del Edén Infinito.
Ángel del Aire, mensajero santo de la Madre Terrenal, entra en lo profundo de mí, como la golondrina cae recta del espacio, para que yo pueda saber los secretos del viento y la música de las estrellas.
La CUARTA COMUNION es con el Ángel de la Tierra.
El, quien produce el cereal y las uvas de la plenitud de la Tierra. El, quien trae a los niños de la unión de los esposos. El, quien sembrará la tierra con el brazo derecho y con el brazo izquierdo; a su voluntad, ella dará en abundancia, frutos y granos, plantas doradas surgiendo de la tierra en la primavera hasta los confines de la tierra, hasta los confines de los ríos, tan lejos como el sol se levanta, para impartir sus dones de alimento al hombre. Esta ancha tierra que yo alabo, expandida con caminos, la productiva, la completamente fértil, Tu Madre, planta santa. Si alabo las tierras donde tu creces, perfumada, sutil mente esparcida, lo bueno del Señor. El, quien siembra el cereal, las uvas y las frutas. Y su cosecha será abundante y sus sembrados madurarán en los montes. Como una recompensa para los seguidores de la Ley, el Señor envió el ángel de la Tierra, mensajero santo de la Madre Terrenal para hacer germinar las plantas y hacer fértil al vientre de la mujer, porque la tierra nunca puede estar sin la risa de los niños. Adoremos al Señor en El.
La QUINTA COMUNION es con el Ángel de la Vida,
El, quien da fortaleza y vigor alhombre. Pues, mirad, que si la cera no es pura ¿cómo puede entonces la vela dar una llama firme? Id, entonces hacia los árboles que crecen altos y delante de uno de ellos quesea hermoso, que sea alto y fuerte, decid estas palabras: Salve a ti OH magnífico Árbol de Vida, hecho por el Creador.
Entonces el río de la vida fluirá entre tú y tu hermano el árbol y la salud del cuerpo, la agilidad del pie, la agudeza de los oídos, la energía de los brazos y la vista del águila serán vuestros. Así es la comunión con el Ángel de la Vida, mensajero santo de la Madre Terrenal.
La SEXTA COMUNION es con el Ángel del Regocijo;
El, que desciende sobre la tierra para dar belleza a todos los hombres.
Ya que el Señor no se adora con tristezas ni con gritos de desespero;
dejad vuestros gemidos y lamentaciones y cantad al Señor un nuevo cántico, cantad al Señor toda la tierra, que los cielos se regocijen y la tierra se alegre, que los campos estén jubilosos y que las aguas se agiten, que todos los montes estén gozosos delante del Señor. Para que vayáis con alegría y estéis en paz, las montañas y las colinas se abrirán delante de vosotros en cánticos. Ángel del Regocijo, mensajero de la Madre Terrenal, cantaré al Señor mientras viva, entonaré alabanzas a mi Dios en toda mi existencia.
La SEPTIMA COMUNION es con nuestra Madre Terrenal.
Ella, quien envía sus ángeles para guiar las raíces del hombre y los envía a lo más profundo de la tierra bendecida. Invocamos a la Madre Terrenal, la protectora santa, la defensora. Es Ella quien restablecerá el mundo, la tierra es suya y la plenitud de la tierra, el mundo y todos lo que moran en él. Adoramos la buena, la fuerte, la bondadosa Madre Terrenal y a todos sus ángeles generosos, valientes y plenos de energía, fuente de bienestar, benévola y fuente de salud. A través de tu brillantez y gloria las plantas germinan en la tierra en las eternas primaveras. A través de tu brillantez y gloria los vientos soplan, precipitando las nubes hacia las fuentes inagotables.
La Madre Tierra y yo somos uno. Tengo mis raíces en Ella y Ella se complace en mí en concordancia con la Ley Santa.
Entonces hubo un gran silencio, mientras la muchedumbre reflexionaba las palabras de Jesús. Y hubo nueva energía en ellos y el deseo y la esperanza brillaban en sus rostros.
Y luego un hombre dijo:
Maestro, estamos llenos de júbilo para comenzar nuestra comunión con los ángeles de la Madre Terrenal quien sembró los grandes jardines de la tierra. Pero ¿Y los ángeles del Padre Celestial que rigen la noche? ¿Cómo caminaremos hacia ellos si están tan lejos de nosotros y son invisibles a nuestros ojos? Pues podemos ver los rayos del sol, sentir el agua fresca de la corriente donde nos bañamos, y las uvas son cálidas a nuestro paladar cuando se maduran en las vides. Pero los ángeles del Padre Celestial no los podemos ver, sentir ni tocar. ¿Cómo podemos, pues, caminar hacia ellos en el Edén Infinito? Maestro, dinos qué debemos hacer.
Y el sol de la mañana rodeó su cabeza con una aureola cuando Jesús los miró y les dijo:
Hijos míos, ¿no sabéis que la tierra y todo lo que mora en ella es solo un reflejo del Reino del Padre Celestial? Y, como son amamantados y protegidos por su madre cuando niños y solo van y se unen con sus padres en el campo cuando ya crecen, así mismo los ángeles de la Madre Tierra guían vuestros pasos hacia el que es vuestro Padre y hacia todos sus ángeles santos y de este modo podéis conocer vuestro verdadero hogar y convertiros en verdaderos Hijos de Dios. Mientras seamos niños, veremos los rayos del sol, pero no el poder que los creó, mientras seamos niños oiremos las melodías del arroyo que fluye, mas no el Amor que los creó, mientras seamos niños veremos las estrellas mas no las manos que las distribuyó por todo el espacio como el labrador que esparce sus semillas. Únicamente a través de las comuniones con los ángeles del Padre Celestial aprenderemos a ver lo invisible, a oír lo que puede ser oído y expresar la palabra no hablada.
La PRIMERA COMUNION es con el Ángel del Poder, quien llena al sol de calor y guía la mano del hombre en todas sus obras. Tuyo OH Padre Celestial fue el poder, cuando hiciste del orden un camino para cada uno de nosotros y para todo. A través de tu poder, mis pies encontraron el sendero de la Ley, a través de tu poder, mis manos ejecutaron tus obras. El río dorado de poder fluye siempre desde ti hacia mí y mi cuerpo se dirige hacia ti siempre, como las flores se dirigen hacia el sol, pues no hay otro poder que el que viene del Padre Celestial, todo lo demás es solo un sueño, una nube de polvo que trata de cubrir la luz del sol. No hay hombre que tenga poder sobre el espíritu ni que tenga poder el día de la muerte. Únicamente el poder que viene de Dios puede sacarnos de la Ciudad de la Muerte.
Guía nuestras obras y actos OH Ángel del Poder, mensajero santo del Padre Celestial.
La SEGUNDA COMUNION es con el Ángel del Amor, cuyas aguas mansas fluyen en una corriente infinita del Mar de la Eternidad. Bienamados, amaos los unos a los otros, pues el Amor es del Padre Celestial y todo el que ama nace de la Orden Celestial y conoce a los ángeles. Pues sin Amor el corazón del hombre es árido y agrietado como el fondo de una fuente seca y sus palabras son vacías como una calabaza hueca.
Pero las palabras de Amor son como un panal de miel dulce al alma, las palabras de Amor en la boca del hombre son como aguas profundas y los manantiales de Amor como un arroyo que fluye.
Si, se dijo en los primeros días:
Amarás a tu Padre Celestial con todo tu corazón, con toda tu mente y con todos tus actos. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo. El Padre Celestial es Amor y el que mora en el Amor, mora en el Padre Celestial y el Padre Celestial en él.
El que no ama es como un pájaro errante fuera del nido, para él la hierba se acabó y el arroyo tiene un sabor amargo. Y si un hombre dice: yo amo al Padre Celestial, pero odio a mi hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su hermano que puede ver, ¿cómo puede amar al Padre Celestial a quien no ve?
Por esto reconoceréis a los Hijos de la Luz; aquellos que caminan con el Ángel del Amor, pues ellos aman al Padre Celestial y aman a sus hermanos y cumplen la Ley Santa.
El Amor es más fuerte que las corrientes de aguas profundas, el Amor es más fuerte que la muerte.
La TERCERA COMUNION es con el ángel de la Sabiduría,
quien hizo al hombre libre de temor, abierto de corazón y sencillo de conciencia. Sabiduría Santa, el entendimiento que muestras continuamente como un manuscrito santo que no viene aún a través del aprendizaje. Toda la Sabiduría viene del Padre Celestial y está con El por siempre. ¿Quién puede contar las arenas del mar, las gotas de lluvia y los días de la eternidad? ¿Quién puede medir la altura del cielo y la anchura del universo? ¿Quién puede enunciar el principio de la Sabiduría? La Sabiduría se ha creado antes de todas las cosas. Aquel que está sin Sabiduría es como el que le dice a un leño: Despierta, y a la piedra muda: Levántate y enseña. Sus palabras son así de vacías y sus actos inútiles, como un niño que esgrime la espada de su padre y desconoce su filo cortante. Pero la corona de la Sabiduría hace que la paz y la salud perfectas florezcan, las cuales son dones de Dios.
OH, tú, Orden Celestial y tu Ángel de la Sabiduría, te adoraré a ti y al Padre Celestial por quien –dentro de nosotros, fluye el río de pensamientos hacia el Mar Santo de la Eternidad.
La CUARTA COMUNION ES CON EL Ángel de la Vida Eterna que trae al hombre el mensaje de la Eternidad. Porque el que camina con los ángeles aprenderá a elevarse sobre las nubes y su hogar estará en el Mar Eterno donde está plantado el Sagrado Árbol de la Vida.
No esperéis la muerte para revelar el gran misterio, si no conocéis a vuestro Padre Celestial mientras vuestros pies caminan por el suelo polvoriento, no habrá para vosotros sino sombras en la vida que está por venir.
Aquí y ahora el misterio se revela. Aquí y ahora se corre el velo, mas no temas, OH hombre, sujétate de las alas del Ángel de la Vida Eterna y remóntate por los caminos de las estrellas, la luna, el sol y la Luz Eterna, moviéndose alrededor de sus órbitas por siempre y volando al Mar Celestial de Vida Eterna.
La QUINTA COMUNION es con el Ángel del Trabajo,
que canta en el zumbido de la abeja, en su elaboración sin descanso, de la miel dorada; en la flauta del pastor que duerme temeroso de que su rebaño se extravíe, en el canto de la doncella cuando coloca su mano sobre el huso(sexo). Y si pensáis que estas cosas no son agradables a los ojos del Señor –cuando la más sublime plegaria resuena en la más alta montaña, entonces vosotros –en verdad, os equivocáis.
Pues el trabajo honesto de las manos humildes es una oración diaria de acción de gracias y la melodía del arado es un cántico jubiloso al Señor. El que come el pan de la pereza, debe morir de hambre, pues un campo de piedras únicamente produce piedras. Para él el día no tiene mañana y la noche es un viaje amargo de sueños funestos. La mente del perezoso está llena de la maleza del descontento, más el que camina con el Ángel del Trabajo, lleva dentro de sí un campo siempre fértil, donde maíz y uvas y toda clase de plantas y flores dulcemente perfumadas germinan en abundancia. Como sembréis así recogeréis. El hombre de Dios que ha encontrado su designio no preguntará por ningún otro don.
La SEXTA COMUNION es con el Ángel de la Paz, cuyo beso concede la calma y cuyo rostro es como la superficie del agua tranquila, donde la luna se refleja. Invocaré la Paz, cuyo aliento es benévolo, cuya mano suaviza el semblante perturbado. En el Reino de la Paz no hay hambre ni sed, ni corrientes frías ni calientes, ni vejez, ni muerte. Pero el que no tiene Paz en su alma, no tiene lugar para construir dentro de él el Templo Sagrado; pues ¿cómo puede el carpintero construir en medio de un torbellino?. La semilla de la violencia solo puede producir cosecha de desolación y en la tierra árida no crece nada con vida. Buscad pues el Ángel de la Paz, que él es como la estrella de la mañana en medio de una nube, como la luna llena, como el hermoso olivo empezando a dar fruto y como el sol brillando sobre el Templo del Altísimo.
La SEPTIMA COMUNION es con el Padre Celestial,
quien es, quien fue y quien será por los siglos de los siglos. OH Gran Creador, Tu eres mi refugio y mi fortaleza. Tú eres desde la eternidad, Tú has sido nuestra morada en todas las generaciones. Antes de que las montañas fueran creadas, desde siempre, tú formaste la tierra por los siglos de los siglos. ¿Quién ha hecho las aguas y quién hace las plantas? ¿Quién ha atado al viento, los nubarrones, los vientos veloces e incluso los más veloces? ¿Quién OH Gran Creador? ¿está la fuente de Vida Eterna dentro de nuestras almas? ¿Quién ha hecho la luz y las tinieblas? ¿Quién ha hecho el sueño y el entusiasmo del despertar? ¿Quién esparció los atardeceres y la medianoche? Tu oh Gran Creador. Tú has hecho la tierra por tu poder, has creado el universo por tu sabiduría y has extendido los cielos por tu Amor.
Si, Tú revelas en mi oh Padre Celestial, tu naturaleza, que es el poder de los ángeles del Reino Santo.
La inmortalidad y la Orden Celestial tú has dado, oh Creador y lo mejor de todas las cosas, tu Ley Santa. Alabaré tus obras con cánticos de acción de gracias, continuamente, en todas las generaciones del tiempo.
Al llegar el día abrazo a mi Madre, al llegar la noche me uno a mi Padre y con la llegada del atardecer y de la mañana respiraré tu Ley y no interrumpiré estas comuniones hasta el fin de los tiempos. Y en el cielo y la tierra hubo gran silencio y la Paz del Padre Celestial y de la Madre Tierra brilló sobre las cabezas de Jesús y de la multitud.
Texto:
Y era por el cauce de la corriente que los agobiados y afligidos venían a buscar a Jesús. Y como niños, habían olvidado la Ley y como los hijos buscaban a su Padre para que les dijera en donde habían errado y colocar sus pasos nuevamente en el camino. Y cuando el sol apareció en el horizonte, vieron a Jesús que descendía hacia ellos desde la montaña, con el brillo del sol naciente sobre su cabeza. Y El levantó su mano y les sonrió diciendo: "
La paz sea con vosotros".
Pero ellos estaban avergonzados como para contestarle el saludo, pues cada uno a su manera le había dado la espalda a las Sagradas Enseñanzas y los ángeles de la Madre Terrena y del Padre Celestial no estaban con ellos. Un hombre –mirándolo apenado, le dijo: Maestro, estamos urgidos de tu Sabiduría; pues nosotros sabemos que es lo bueno y aún seguimos en el mal. Sabemos que para poder entrar en el reino de los cielos debemos caminar con los ángeles del Día y de la Noche y todavía nuestros pies transitan por los caminos de lo maligno. La luz del día brilla únicamente en la búsqueda de nuestro placer y la noche cae sobre nuestro inconsciente letargo. Dinos, Maestro, ¿cómo podemos hablar con los ángeles y permanecer dentro de su círculo santo, para que la Ley pueda arder en nuestros corazones con llama constante?
Y Jesús les habló:
No es fácil elevar vuestros ojos al cielo cuando todos los ojos de los hombres están pegados a la tierra. Adorar a los pies de los ángeles –cuando todos los hombres adoran únicamente la fama y las riquezas, no es fácil. Pero lo más difícil de todo es tener los pensamientos en los ángeles, hablar las palabras de los ángeles y hacer lo que los ángeles hacen.
Y un hombre dijo:
Pero Maestro, nosotros somos solo hombres, nosotros no somos ángeles. ¿Cómo entonces podemos esperar andar por sus caminos? Dinos que debemos hacer.
Y Jesús les dijo:
Como los hijos heredan la tierra de su padre, así nosotros hemos heredado una Tierra Santa de nuestros padres. Esta tierra no es un campo para ser arado, sino un lugar dentro de nosotros donde podemos construir un Templo Santo, e incluso como un templo debe ser levantado piedra a piedra; con voluntad Yo doy a vosotros estas piedras para la construcción del Templo Santo, aquel que hemos heredado de nuestros padres y sus padres de sus padres.
Y todos los hombres se reunieron alrededor de Jesús y sus rostros brillaban con el deseo de oír las palabras que venían de sus labios. Y El levantó su rostro hacia el sol naciente y el esplendor de sus rayos llenaron sus ojos cuando habló:
El Templo Santo puede ser construido únicamente con las comuniones antiguas, aquellas que se hablan, aquellas que se piensan y aquellas que se viven; pues si ellas se hablan únicamente con la boca, son como una colmena que las abejas han abandonado y no da más miel. Las comuniones son como un puente, puede ser construido únicamente con paciencia, así como se construye un puente sobre el río, piedra por piedra a medida que se encuentran por las orillas del agua. Las comuniones son catorce en número, los ángeles del Padre Celestial son siete en número y los ángeles de la Madre Tierra son siete en número. Y como las raíces de los árboles cavan en la tierra y son nutridos, y las ramas de los árboles levantan sus brazos al cielo, así es el hombre, como el tronco del árbol con sus raíces profundas en el corazón de la Madre Terrenal y su espíritu ascendiendo a las estrellas brillantes de su Padre Celestial. Y las raíces del árbol son los ángeles de la Madre Terrenal y los brazos del árbol son los ángeles del Padre Celestial y este es el Sagrado Árbol de la Vida que crece en el Mar de la Eternidad.
La PRIMERA COMUNION es con el Ángel del Sol, el que viene cada mañana, como una doncella de su alcoba, para derramar su Luz dorada sobre el mundo.
OH tú, inmortal, brillante, corcel veloz, Ángel del Sol. No hay calor sin ti, no hay vida sin ti. El verde de los árboles sale para adorarte y es a través de ti como el diminuto grano de trigo se convierte en un río de espigas doradas mecidas con el viento. A través de ti se abre la flor en el centro de mi cuerpo. Por eso nunca deseo ocultar lo que hay en mi, procedente de ti. Ángel del Sol, mensajero santo de la Madre Terrenal, entra en el Templo Santo dentro de mí y dadme el Fuego de Vida.
La SEGUNDA COMUNION es con el Ángel del Agua.
El que hace que la lluvia caiga sobre las llanuras áridas, quien llena la fuente seca hasta desbordar. Si, te adoramos Agua de Vida. Desde el Mar Celestial las aguas corren y fluyen de las fuentes inagotables. En mi sangre fluyen mil fuentes puras, vapores, nubes y todas las aguas que se esparcen sobre los Siete Reinos. Todas las aguas que el Creador ha hecho son santas. La voz del Señor está sobre las aguas, el Dios de Gloria se hace sentir; el Señor está sobre muchas aguas. Ángel del Agua, mensajero santo de la Madre terrenal, entra en la sangre que fluye a través de mí, baña mi cuerpo con la lluvia que cae del cielo y dadme el Agua de Vida.
La TERCERA COMUNION es con el Ángel del Aire, quien esparce el perfume de campos de dulces aromas, de hierbas primaverales después de la lluvia, del capullo que se abre de la Rosa de Sharon. Adoramos el Alimento Santo que está colocado más alto que todas las cosas creadas. Mirad pues, el eterno y soberano espacio luminoso donde reinan las incontables estrellas, es el aire que nosotros respiramos y es el aire que nosotros exhalamos.
Y en el instante entre la aspiración y la exhalación están ocultos todos los misterios del Edén Infinito.
Ángel del Aire, mensajero santo de la Madre Terrenal, entra en lo profundo de mí, como la golondrina cae recta del espacio, para que yo pueda saber los secretos del viento y la música de las estrellas.
La CUARTA COMUNION es con el Ángel de la Tierra.
El, quien produce el cereal y las uvas de la plenitud de la Tierra. El, quien trae a los niños de la unión de los esposos. El, quien sembrará la tierra con el brazo derecho y con el brazo izquierdo; a su voluntad, ella dará en abundancia, frutos y granos, plantas doradas surgiendo de la tierra en la primavera hasta los confines de la tierra, hasta los confines de los ríos, tan lejos como el sol se levanta, para impartir sus dones de alimento al hombre. Esta ancha tierra que yo alabo, expandida con caminos, la productiva, la completamente fértil, Tu Madre, planta santa. Si alabo las tierras donde tu creces, perfumada, sutil mente esparcida, lo bueno del Señor. El, quien siembra el cereal, las uvas y las frutas. Y su cosecha será abundante y sus sembrados madurarán en los montes. Como una recompensa para los seguidores de la Ley, el Señor envió el ángel de la Tierra, mensajero santo de la Madre Terrenal para hacer germinar las plantas y hacer fértil al vientre de la mujer, porque la tierra nunca puede estar sin la risa de los niños. Adoremos al Señor en El.
La QUINTA COMUNION es con el Ángel de la Vida,
El, quien da fortaleza y vigor alhombre. Pues, mirad, que si la cera no es pura ¿cómo puede entonces la vela dar una llama firme? Id, entonces hacia los árboles que crecen altos y delante de uno de ellos quesea hermoso, que sea alto y fuerte, decid estas palabras: Salve a ti OH magnífico Árbol de Vida, hecho por el Creador.
Entonces el río de la vida fluirá entre tú y tu hermano el árbol y la salud del cuerpo, la agilidad del pie, la agudeza de los oídos, la energía de los brazos y la vista del águila serán vuestros. Así es la comunión con el Ángel de la Vida, mensajero santo de la Madre Terrenal.
La SEXTA COMUNION es con el Ángel del Regocijo;
El, que desciende sobre la tierra para dar belleza a todos los hombres.
Ya que el Señor no se adora con tristezas ni con gritos de desespero;
dejad vuestros gemidos y lamentaciones y cantad al Señor un nuevo cántico, cantad al Señor toda la tierra, que los cielos se regocijen y la tierra se alegre, que los campos estén jubilosos y que las aguas se agiten, que todos los montes estén gozosos delante del Señor. Para que vayáis con alegría y estéis en paz, las montañas y las colinas se abrirán delante de vosotros en cánticos. Ángel del Regocijo, mensajero de la Madre Terrenal, cantaré al Señor mientras viva, entonaré alabanzas a mi Dios en toda mi existencia.
La SEPTIMA COMUNION es con nuestra Madre Terrenal.
Ella, quien envía sus ángeles para guiar las raíces del hombre y los envía a lo más profundo de la tierra bendecida. Invocamos a la Madre Terrenal, la protectora santa, la defensora. Es Ella quien restablecerá el mundo, la tierra es suya y la plenitud de la tierra, el mundo y todos lo que moran en él. Adoramos la buena, la fuerte, la bondadosa Madre Terrenal y a todos sus ángeles generosos, valientes y plenos de energía, fuente de bienestar, benévola y fuente de salud. A través de tu brillantez y gloria las plantas germinan en la tierra en las eternas primaveras. A través de tu brillantez y gloria los vientos soplan, precipitando las nubes hacia las fuentes inagotables.
La Madre Tierra y yo somos uno. Tengo mis raíces en Ella y Ella se complace en mí en concordancia con la Ley Santa.
Entonces hubo un gran silencio, mientras la muchedumbre reflexionaba las palabras de Jesús. Y hubo nueva energía en ellos y el deseo y la esperanza brillaban en sus rostros.
Y luego un hombre dijo:
Maestro, estamos llenos de júbilo para comenzar nuestra comunión con los ángeles de la Madre Terrenal quien sembró los grandes jardines de la tierra. Pero ¿Y los ángeles del Padre Celestial que rigen la noche? ¿Cómo caminaremos hacia ellos si están tan lejos de nosotros y son invisibles a nuestros ojos? Pues podemos ver los rayos del sol, sentir el agua fresca de la corriente donde nos bañamos, y las uvas son cálidas a nuestro paladar cuando se maduran en las vides. Pero los ángeles del Padre Celestial no los podemos ver, sentir ni tocar. ¿Cómo podemos, pues, caminar hacia ellos en el Edén Infinito? Maestro, dinos qué debemos hacer.
Y el sol de la mañana rodeó su cabeza con una aureola cuando Jesús los miró y les dijo:
Hijos míos, ¿no sabéis que la tierra y todo lo que mora en ella es solo un reflejo del Reino del Padre Celestial? Y, como son amamantados y protegidos por su madre cuando niños y solo van y se unen con sus padres en el campo cuando ya crecen, así mismo los ángeles de la Madre Tierra guían vuestros pasos hacia el que es vuestro Padre y hacia todos sus ángeles santos y de este modo podéis conocer vuestro verdadero hogar y convertiros en verdaderos Hijos de Dios. Mientras seamos niños, veremos los rayos del sol, pero no el poder que los creó, mientras seamos niños oiremos las melodías del arroyo que fluye, mas no el Amor que los creó, mientras seamos niños veremos las estrellas mas no las manos que las distribuyó por todo el espacio como el labrador que esparce sus semillas. Únicamente a través de las comuniones con los ángeles del Padre Celestial aprenderemos a ver lo invisible, a oír lo que puede ser oído y expresar la palabra no hablada.
La PRIMERA COMUNION es con el Ángel del Poder, quien llena al sol de calor y guía la mano del hombre en todas sus obras. Tuyo OH Padre Celestial fue el poder, cuando hiciste del orden un camino para cada uno de nosotros y para todo. A través de tu poder, mis pies encontraron el sendero de la Ley, a través de tu poder, mis manos ejecutaron tus obras. El río dorado de poder fluye siempre desde ti hacia mí y mi cuerpo se dirige hacia ti siempre, como las flores se dirigen hacia el sol, pues no hay otro poder que el que viene del Padre Celestial, todo lo demás es solo un sueño, una nube de polvo que trata de cubrir la luz del sol. No hay hombre que tenga poder sobre el espíritu ni que tenga poder el día de la muerte. Únicamente el poder que viene de Dios puede sacarnos de la Ciudad de la Muerte.
Guía nuestras obras y actos OH Ángel del Poder, mensajero santo del Padre Celestial.
La SEGUNDA COMUNION es con el Ángel del Amor, cuyas aguas mansas fluyen en una corriente infinita del Mar de la Eternidad. Bienamados, amaos los unos a los otros, pues el Amor es del Padre Celestial y todo el que ama nace de la Orden Celestial y conoce a los ángeles. Pues sin Amor el corazón del hombre es árido y agrietado como el fondo de una fuente seca y sus palabras son vacías como una calabaza hueca.
Pero las palabras de Amor son como un panal de miel dulce al alma, las palabras de Amor en la boca del hombre son como aguas profundas y los manantiales de Amor como un arroyo que fluye.
Si, se dijo en los primeros días:
Amarás a tu Padre Celestial con todo tu corazón, con toda tu mente y con todos tus actos. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo. El Padre Celestial es Amor y el que mora en el Amor, mora en el Padre Celestial y el Padre Celestial en él.
El que no ama es como un pájaro errante fuera del nido, para él la hierba se acabó y el arroyo tiene un sabor amargo. Y si un hombre dice: yo amo al Padre Celestial, pero odio a mi hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su hermano que puede ver, ¿cómo puede amar al Padre Celestial a quien no ve?
Por esto reconoceréis a los Hijos de la Luz; aquellos que caminan con el Ángel del Amor, pues ellos aman al Padre Celestial y aman a sus hermanos y cumplen la Ley Santa.
El Amor es más fuerte que las corrientes de aguas profundas, el Amor es más fuerte que la muerte.
La TERCERA COMUNION es con el ángel de la Sabiduría,
quien hizo al hombre libre de temor, abierto de corazón y sencillo de conciencia. Sabiduría Santa, el entendimiento que muestras continuamente como un manuscrito santo que no viene aún a través del aprendizaje. Toda la Sabiduría viene del Padre Celestial y está con El por siempre. ¿Quién puede contar las arenas del mar, las gotas de lluvia y los días de la eternidad? ¿Quién puede medir la altura del cielo y la anchura del universo? ¿Quién puede enunciar el principio de la Sabiduría? La Sabiduría se ha creado antes de todas las cosas. Aquel que está sin Sabiduría es como el que le dice a un leño: Despierta, y a la piedra muda: Levántate y enseña. Sus palabras son así de vacías y sus actos inútiles, como un niño que esgrime la espada de su padre y desconoce su filo cortante. Pero la corona de la Sabiduría hace que la paz y la salud perfectas florezcan, las cuales son dones de Dios.
OH, tú, Orden Celestial y tu Ángel de la Sabiduría, te adoraré a ti y al Padre Celestial por quien –dentro de nosotros, fluye el río de pensamientos hacia el Mar Santo de la Eternidad.
La CUARTA COMUNION ES CON EL Ángel de la Vida Eterna que trae al hombre el mensaje de la Eternidad. Porque el que camina con los ángeles aprenderá a elevarse sobre las nubes y su hogar estará en el Mar Eterno donde está plantado el Sagrado Árbol de la Vida.
No esperéis la muerte para revelar el gran misterio, si no conocéis a vuestro Padre Celestial mientras vuestros pies caminan por el suelo polvoriento, no habrá para vosotros sino sombras en la vida que está por venir.
Aquí y ahora el misterio se revela. Aquí y ahora se corre el velo, mas no temas, OH hombre, sujétate de las alas del Ángel de la Vida Eterna y remóntate por los caminos de las estrellas, la luna, el sol y la Luz Eterna, moviéndose alrededor de sus órbitas por siempre y volando al Mar Celestial de Vida Eterna.
La QUINTA COMUNION es con el Ángel del Trabajo,
que canta en el zumbido de la abeja, en su elaboración sin descanso, de la miel dorada; en la flauta del pastor que duerme temeroso de que su rebaño se extravíe, en el canto de la doncella cuando coloca su mano sobre el huso(sexo). Y si pensáis que estas cosas no son agradables a los ojos del Señor –cuando la más sublime plegaria resuena en la más alta montaña, entonces vosotros –en verdad, os equivocáis.
Pues el trabajo honesto de las manos humildes es una oración diaria de acción de gracias y la melodía del arado es un cántico jubiloso al Señor. El que come el pan de la pereza, debe morir de hambre, pues un campo de piedras únicamente produce piedras. Para él el día no tiene mañana y la noche es un viaje amargo de sueños funestos. La mente del perezoso está llena de la maleza del descontento, más el que camina con el Ángel del Trabajo, lleva dentro de sí un campo siempre fértil, donde maíz y uvas y toda clase de plantas y flores dulcemente perfumadas germinan en abundancia. Como sembréis así recogeréis. El hombre de Dios que ha encontrado su designio no preguntará por ningún otro don.
La SEXTA COMUNION es con el Ángel de la Paz, cuyo beso concede la calma y cuyo rostro es como la superficie del agua tranquila, donde la luna se refleja. Invocaré la Paz, cuyo aliento es benévolo, cuya mano suaviza el semblante perturbado. En el Reino de la Paz no hay hambre ni sed, ni corrientes frías ni calientes, ni vejez, ni muerte. Pero el que no tiene Paz en su alma, no tiene lugar para construir dentro de él el Templo Sagrado; pues ¿cómo puede el carpintero construir en medio de un torbellino?. La semilla de la violencia solo puede producir cosecha de desolación y en la tierra árida no crece nada con vida. Buscad pues el Ángel de la Paz, que él es como la estrella de la mañana en medio de una nube, como la luna llena, como el hermoso olivo empezando a dar fruto y como el sol brillando sobre el Templo del Altísimo.
La SEPTIMA COMUNION es con el Padre Celestial,
quien es, quien fue y quien será por los siglos de los siglos. OH Gran Creador, Tu eres mi refugio y mi fortaleza. Tú eres desde la eternidad, Tú has sido nuestra morada en todas las generaciones. Antes de que las montañas fueran creadas, desde siempre, tú formaste la tierra por los siglos de los siglos. ¿Quién ha hecho las aguas y quién hace las plantas? ¿Quién ha atado al viento, los nubarrones, los vientos veloces e incluso los más veloces? ¿Quién OH Gran Creador? ¿está la fuente de Vida Eterna dentro de nuestras almas? ¿Quién ha hecho la luz y las tinieblas? ¿Quién ha hecho el sueño y el entusiasmo del despertar? ¿Quién esparció los atardeceres y la medianoche? Tu oh Gran Creador. Tú has hecho la tierra por tu poder, has creado el universo por tu sabiduría y has extendido los cielos por tu Amor.
Si, Tú revelas en mi oh Padre Celestial, tu naturaleza, que es el poder de los ángeles del Reino Santo.
La inmortalidad y la Orden Celestial tú has dado, oh Creador y lo mejor de todas las cosas, tu Ley Santa. Alabaré tus obras con cánticos de acción de gracias, continuamente, en todas las generaciones del tiempo.
Al llegar el día abrazo a mi Madre, al llegar la noche me uno a mi Padre y con la llegada del atardecer y de la mañana respiraré tu Ley y no interrumpiré estas comuniones hasta el fin de los tiempos. Y en el cielo y la tierra hubo gran silencio y la Paz del Padre Celestial y de la Madre Tierra brilló sobre las cabezas de Jesús y de la multitud.
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